Para María tuvo
que ser un día muy triste...
¿Quién sabe si habrá dormido...?
Tendría aún ante
sus ojos lo que jamás se habría imaginado, Ver a su Hijo así. Muriendo en la
CRUZ. Si era duro para cualquiera… para
Ella, su madre, que sabía que era el Hijo de Dios… Estaría derrotada, desecha,
agotada, confundida. Su Hijo ya no estaba. Lo que es un hijo para una madre… Su
Hijo murió ayer y murió del modo más cruel.
Me
la imagino sola, en silencio. Guardando
en su corazón y meditando.
¿Qué haríamos nosotros con ella hoy?
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