viernes, diciembre 25, 2020

 NAVIDAD

Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 1-14

Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio. Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad.

También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.

En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.
De repente un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor.
El ángel les dijo: «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad»  

Palabra del Señor


Celebramos su venida, que inunde nuestros corazones con su PAZ.

¡Feliz Navidad, PAZ y BIEN a tod@s!



domingo, diciembre 20, 2020

IIII DOMINGO DE ADVIENTO

Estamos en el Cuarto Domingo de Adviento... terminamos el camino, en su espera, diciendo al igual que María hágase en mí según tu palabra.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,26-38):

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» 

Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.

El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel.  Palabra del Señor


Hágase en mí según tu palabra, esas palabras de María, con las que nos describe, nos hace palpar así su acogida incondicional a lo que el Señor quiere de ella.

En puertas de celebrar su venida...nosotros a su ejemplo, hemos de pensar y meditar, pasar por nuestro corazón, esas mismas palabras... “Aquí estoy, haz de mi lo que quieras... en favor de tu voluntad”.

En estos días, respira hondo y siente aquello mas interno... como tu puedes ser parte del anuncio, que lugar le dejaras en tu vida.

“El que viene, tendrá un lugar en tu CORAZÓN”  

¡FELIZ ESPERA, PAZ Y BIEN!



domingo, diciembre 13, 2020

 III DOMINGO DE ADVIENTO

Estamos en el Tercer Domingo de Adviento... seguimos en camino, en su espera, celebrando este especialmente la ALEGRÍA.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,6-8.19-28):

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.  Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?»
Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»
Le preguntaron: « ¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
El dijo: «No lo soy.»
«¿Eres tú el Profeta?»
Respondió: «No.»
Y le dijeron: « ¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando. Palabra del Señor


“Estad alegres, seguimos en camino en este tiempo de espera... ”

Pero, todavía hoy nos podemos preguntar... ¿En qué consiste esa preparación en concreto? ¿Cómo preparar los caminos al Señor que viene a este mundo en que nos ha tocado vivir?

Nos pide que estemos siempre alegres...dispuestos...pero y hoy en tu cotidianidad, en tu presente, ahora... ¿Cómo estás? ¿Estás dispuesto/a a que el llegue hasta ti?

Te invitamos a pensar en esas luces que están en tu vida, y dar gracias por ellas.

Párate durante esta semana, y piensa cómo puedes ser luz en tus ambientes.

Que sea este tiempo de cambio, el que haga que sintamos aquello que anéele nuestro corazón y sea guía en nuestra vida, para serlo también en los que nos rodean.

¡FELIZ ESPERA, PAZ Y BIEN!



sábado, diciembre 05, 2020

II DOMINGO DE ADVIENTO

 Estamos en el Segundo Domingo de Adviento... seguimos en camino, en espera...

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,1-8):

 Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.”»

 Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»  

Palabra del Señor


Juan nos trasmite: “Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo”. Nos invita a seguir en camino preparándonos para recibir a aquel que viene, en este tiempo de espera.

Te proponemos en esta segunda semana, detente por un instante cada día y piensa como estas preparando tu corazón, para la vivencia de los días que se aproximan.... aunque por la situación que esta asolando nuestro mundo, nuestra sociedad, nuestros ambientes cotidianos... aun así el, viene, viene siempre... ¿Cómo esta tu corazón? ¿Le dejaras lugar?...aun lejos, pero cerca... ¿Dónde y cómo abrir caminos a Dios en nuestras vidas?.


Detente un poco a pasar por tu corazón aquellos sentimientos que te puedan generar estas palabras del evangelio, “PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, ALLANAD SUS SENDEROS.”

Prepara tu corazón, allí vendrá, aquel que viene siempre.

¡FELIZ ESPERA, PAZ Y BIEN!

sábado, noviembre 28, 2020

INICIAMOS ADVIENTO: “TIEMPO DE ESPERA, TIEMPO DE SER, TIEMPO DE VOLVER A PASAR POR EL CORAZÓN, SU TIEMPO TU TIEMPO...”

El Adviento es un tiempo de alegría ante la venida del Señor al que esperamos preparando nuestra alma y nuestro corazón para recibirlo dignamente.

Una preparación a lo largo de estas cuatro semanas, que nos mueve a vivir a la luz del Evangelio.

1º DOMINGO DE ADVIENTO

Lectura del santo evangelio según san Marcos (13,33-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!» Palabra del Señor

Jesús nos dice: “Velad, no sabemos cuándo ha de venir el Señor, hemos de estar preparados”.

Vigilar es sobre todo amar, hemos de hacerlo en nuestros ambientes cotidianos, amando desde cada pequeño gesto a quienes están a nuestro lado y nos pueden necesitar de alguna forma, con una palabra, un tiempo, un silencio, un abrazo...

Que el Señor al venir nos encuentre preparados a fin de recibirle dignamente y que mejor forma que hacerlo al lado de los últimos, pero primeros para él.

Por ello “Velad” y ABRIR VUESTRO CORAZÓN pero sin olvidar lo cotidiano y a las personas aquellas que son el mejor reflejo del que viene, que viene siempre. 

¡FELIZ ESPERA, PAZ Y BIEN!



domingo, noviembre 22, 2020

Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento, hoy con motivo de la festividad de CRISTO REY y cerrado así el Año Litúrgico.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.”

Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”

Y el rey les dirá: “Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.” Y entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.

Entonces también éstos contestarán: “Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistirnos?” Y él replicará: “Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo.” Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

Palabra del Señor


Las palabras que nos trasmite Jesús nos invitan a hacernos preguntas... en mi día a día, en alguna ocasión a lo largo de mi vida, ¿A qué personas puedo yo prestar mi ayuda?, ¿Lo hago?... ¿Miro a mi alrededor, soy consciente de las realidades que me rodean?. 

Una semana más piensa por un instante; dejas que el EVANGELIO tome parte en tu vida, tiene algo que decirte, le escuchas.

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!



domingo, noviembre 08, 2020

 Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;


Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,1-13):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!” Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.” Pero las sensatas contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.”

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: “Señor, señor, ábrenos.” Pero él respondió: “Os lo aseguro: no os conozco.” Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

Palabra del Señor

 

Una semana más piensa por un instante; dejas que tome parte en tu vida, tiene algo que decirte, le escuchas... 

Le regalas un hueco en tu vida, miras la suya....¿Compartís camino?

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!



domingo, octubre 25, 2020

 

Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;

 Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,34-40):

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»
Él le dijo: «”Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.” Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

Palabra del Señor




























El evangelio este domingo, nos trasmite los mandamientos, que deberían ser lo que primero estuviera en nuestra forma de ser y actuar en nuestra vida, en nuestro caminar y en nuestra esencia cotidiana,  me quedo con el que los resume a todos, y en la actualidad se hace presente; hemos de ver en el otro nuestro hermano y amarlo, apoyarlo y demostrarle en cada pequeño gesto que caminamos a su lado...

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”


Una semana más piensa por un instante; dejas que tome parte en tu vida, tiene algo que decirte, le escuchas.

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!

domingo, octubre 11, 2020

 

Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;

 Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,1-14):

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda.” Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.” Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?” El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.” Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»   Palabra del Señor

 

El evangelio este domingo, nos trasmite que el Reino de Dios esta cerca, nos invita a conocerlo de cerca, a sentarnos a su lado... ¿Nos invita al banquete a sentarnos a su mesa y compartir con el? ¿Le dejamos que entre en nuestras vidas?

Una semana más piensa por un instante; dejas que tome parte en tu vida, tiene algo que decirte, le escuchas.

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!



domingo, septiembre 20, 2020

 

Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;

 Lectura del santo evangelio según san Mateo (20,1-16):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: “Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido.” Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: “¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?” Le respondieron: “Nadie nos ha contratado.” Él les dijo: “Id también vosotros a mi viña.” Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: “Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.” Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno.” Él replicó a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?” Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»

Palabra del Señor


El evangelio este domingo, nos trasmite sentimientos tan humanos..., las dudas que las personas pueden sentir, como a veces la envidia nos embauca, las injusticias que nos interpelan, pero el trasfondo del evangelio es otro...

Eso ocurre en la actualidad, son muchos los creyentes que se sienten hoy desamparados en medio de una crisis, de la confusión general que se esta dando de la mano de la situación que el mundo esta atravesando, pero de nuevo nos queda algo grande en los que agarrarnos, nuestra fe.

Todos tenemos cabida en el corazón de Dios, no olvides en tu día a día sus palabras..Los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.”

 

Por lo que te invito a que te detengas y pienses un poco que te dice hoy a ti, de manera concreta el evangelio.

 

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!



 

 

 


domingo, agosto 09, 2020

 

Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;


 Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,22-33):

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: « ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»

Palabra del Señor

 

El evangelio este domingo, nos trasmite la sensación, las dudas que las personas pueden sentir en ocasiones y aquellos primeros creyentes también experimentaban.

Eso ocurre en la actualidad, son muchos los creyentes que se sienten hoy desamparados en medio de una crisis y confusión general que se esta dando de la mano de la situación que el mundo esta atravesando.

Por que los pilares en los que tradicionalmente se apoyaba su fe, nuestra fe se han visto sacudidos violentamente desde sus cimientos y raíces, se van perdiendo los valores, la esencia de valorar las cosas pequeñas.

Por lo que te invito a que te detengas y reflexionar un poco que te dice hoy a ti de manera concreta el evangelio.

 

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!


domingo, agosto 02, 2020

Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,13-21):

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.»
Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.»
Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.»
Les dijo: «Traédmelos.»
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Palabra del Señor

 

El evangelio de hoy nos trasmite el milagro de la multiplicación de los panes y los peces... con el que Jesús nos invita a trasmitir, practicar la fraternidad.

De manera especial, el milagro de la multiplicación de los panes nos invita a descubrir que el proyecto de Jesús es alimentar a los hombres y a las mujeres, reunirlos en una fraternidad real en la que sepan compartir su pan, su alimento como hermanos/as.

Los creyentes hemos de aprender a vivir con un estilo más fraterno, desde la cercanía, poniendo el acento en el valor de la escucha, la empatía, escuchando las nuevas necesidades de la realidad en la que nos esta tocando vivir y caminar...

Que no perdamos nunca el verdadero horizonte en nuestras vidas, hacer de este mundo algo mas justo y humano.

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!



domingo, julio 26, 2020


Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-52):
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra. El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos le contestaron: «Sí.»
Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Palabra del Señor

El evangelio de hoy, nos invita a pensar, caer en la cuenta de la alegría que da encontrar aquello que se esconde en nuestro interior, el tesoro que llevamos dentro después de experimentar el describir a Jesús.

El descubrimiento del reino de Dios cambia la vida de quien lo descubre, pequeños, mayores da igual la edad, la raza, el lugar del mundo donde ocurra. Su alegría es inconfundible, el brillo en la mirada, el darse a los demás en los gestos, acciones.

Encontrando lo esencial, lo mejor de Jesús, lo que puede trasformar su vida.
¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!


domingo, julio 12, 2020


Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,1-23):
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.»
Palabra del Señor

El evangelio de hoy, nos invita a pensar, valorar el tiempo la espera... desde la siembra hasta la cosecha.
Todo tiene sus ritmos, sus tiempos al igual que nuestra vida y la de Dios con nosotros... sabemos parar y observar los tiempos de Dios.

La parábola del sembrador es una invitación a la esperanza. A pesar de todos los obstáculos y dificultades, y aun con resultados muy diversos, la siembra termina en cosecha fecunda que nos hace olvidar otros fracasos.

No olvidemos que la vida es tiempo de oportunidad y de regalo a cada instante.

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!



domingo, julio 05, 2020


Un domingo más queremos traer la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-30):
En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Palabra del Señor

El evangelio de hoy, nos invita a pensar, a detenernos en lo cotidiano en nuestro día a día... sin novedades, sino en lo sencillo.

Queremos detenernos especialmente en la mirada...
Nuestra mirada y la de los demás... esa que en la gente sencilla es, de ordinario, más limpia. Van a lo esencial. Conocen, palpan lo que es sufrir, sentirse mal y vivir sin seguridad. Son los primeros que entienden el evangelio... recordando lo que en otras ocasiones nos enseña, trasmite Jesús, “Lo que hacéis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hacéis”.

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!




domingo, junio 28, 2020


Queremos traer un domingo más la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;

Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,37-42):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta tendrá paga de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo tendrá paga de justo. El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro.»
Palabra del Señor

El evangelio de hoy, nos invita a pensar, detenernos por un instante en nuestras acciones, tareas, quehaceres del día a día y de nuevo buscar respuestas con nuestra mirada hacia el.

Por que nuestro caminar por la vida, puede ser el resumen de buscar la felicidad, pero ese objetivo, sueño o realidad en cada uno de nosotros/as, trae consigo también problemas, dolores, cuestionamientos, dudas...
Jesús esto también lo sabia y por además por experiencia propia.
No se puede estar con los que sufren y buscar el bien de los últimos sin provocar el rechazo y la hostilidad de aquellos a los que no interesa, e incluso lo critican.

Por ello hoy te invito a pensar, cuanto estas dispuesto a dar en busca de tu felicidad... eres de los que sirven o se dejan servir... pasas por la vida en búsqueda o eres de los que prefiere la comodidad sin riesgos y tenerlo todo bajo control.  

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!

domingo, junio 14, 2020

Celebramos la fiesta del CORPUS CHRISTI, con ella rememoramos la institución de la eucaristía” Cuerpo y Sangre de Cristo”. 
Queremos traer un domingo más la lectura del Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,51-58):
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.
Disputaban los judíos entre sí: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Entonces Jesús les dijo: Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.
Palabra del Señor

 La celebración de hoy, nos invita a terminar el día deteniéndonos ante la EUCARISTÍA...

Es bueno, es justo y necesario agradecer a Dios por la vida, por la creación entera y por el regalo que es Jesucristo para cada uno de nosotros y nosotras, el recibirlo cada día es una nueva gracia de VIDA.

De manera que tenemos que ver la vida no solo como trabajo, esfuerzo...
Esta es también celebración, encuentro, acción de gracias y descanso.

Por ello, es bueno reunirnos cada domingo para sentir la vida como regalo y dar gracias por ella a nuestro Señor, dador de Vida infinito y sin medida.
                       

¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!