domingo, marzo 31, 2019

RECONCILIAR



Nos reconciliamos con nosotros mismos, y volvemos al Padre.

Cerramos de nuevo una semana, pero nos encontramos hoy con la parábola del hijo prodigo.
Sus palabras de nuevo se pueden aplicar en el día a día de nuestras vidas, cuantas veces volvemos al Padre con la cabeza baja, y el nos recibe con los brazos abiertos.
 Y es que El nos ama como somos, a cada uno/a.

        “DIOS MÍO, ¿TU ME AMAS COMO SOY...?”

Teniendo en cuenta mis fracasos y caídas, a pesar de mis errores y pecados,
         con mis frustraciones y mis aciertos, con mi pobreza y mi riqueza.
         Con mis defectos y mis cualidades, también con mis virtudes y mis limitaciones.

Con mi tristeza y mi alegría, con mi inseguridad y mi firmeza.
         Cuando vengo sonriente y feliz, más aun cuando vengo perdido y desorientado.

Cuando me siento cerca de ti y cuando ando por mis caminos, alejado de ti...

Cuando me siento yo inaguantable, cuando yo me pongo “pegas” y me rechazo.

Cuando los demás no me aceptan, cuando siento la indiferencia o el rechazo de los demás.

También me AMAS...
 Tal y como me siento, aquí y ahora, como me vivo en este instante presente...
     y tú sabes que te amo  y quisiera amarte siempre y en todo.....

En esta semana, te proponemos, sentarte un instante cada día y tratar de enumerar cuantas cosas del día a día hacer con ese amor, que se nos regala cada día y que en ocasiones dejamos pasar desapercibido.

Que no falte tu corazón en aquello que hagas.

¡FELIZ SEMANA, PAZ Y BIEN A TOD@S!

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