Sábado Santo, con María..
Para María tuvo que ser un día muy triste, pero
ella como siempre estuvo allí en todo momento ejemplo de sí desde la entrega, MADRE...
Tendría aún ante sus ojos lo que jamás se habría
imaginado, Ver a su Hijo así. Muriendo en la CRUZ. Si era duro para
cualquiera… para Ella, su madre, que sabía que era el Hijo de Dios… Estaría
derrotada, desecha, agotada, confundida. Su Hijo ya no estaba. Lo que es un
hijo para una madre…
Su Hijo murió ayer y murió del modo más cruel.
Me la imagino sola, en silencio. Guardando
en su corazón y meditando todo lo que había acontecido.
¿Qué haríamos nosotros con ella hoy?
¿Y tú cuál es tu aptitud hoy sábado santo?
ORACIÓN:
María,
que nuestro orar tenga los mismos sentimientos con que tú orabas.
Contemplación:
estar siempre a la escucha de Dios.
Disponibilidad:
es dejar que Dios haga cosas grandes dentro de nuestra pequeñez.
Asombro y alabanza:
es repetir a cada paso su Magníficat y sembrar esperanza en el mundo.
Servicio:
ayudaste a tu prima Isabel. Orar no es acurrucarse, sino convertir la oración
en ayuda para quien nos necesita, en compromiso para quien hace el camino con nosotros.
Fidelidad:
qué cerca estamos siempre del desaliento ante la dificultad. María es maestra
en la fidelidad a la Palabra
de Dios, y en ella debemos hundir nuestra raíces.
Esperanza:
la manifestó animando a los amigos de su Hijo en el cenáculo hasta que se
cumpliese cuanto él había anunciado
María, mantennos en contemplación,
disponibilidad, asombro...
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