Un domingo más queremos traer la lectura del
Evangelio que nos ayudara a reflexionar por un momento;
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a
que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él
despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas
para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya
muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De
madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole
andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un
fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el
agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero,
al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor,
sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: « ¡Qué poca fe! ¿Por
qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
El evangelio este domingo, nos trasmite la sensación, las dudas que las personas pueden sentir en ocasiones y aquellos primeros creyentes también experimentaban.
Eso ocurre en la actualidad, son muchos los creyentes que se sienten hoy
desamparados en medio de una crisis y confusión general que se esta dando de la
mano de la situación que el mundo esta atravesando.
Por que los pilares en los que tradicionalmente se apoyaba su fe, nuestra fe se han visto sacudidos violentamente desde sus cimientos y raíces, se van perdiendo los valores, la esencia de valorar las cosas pequeñas.
Por lo que te invito a que te detengas y reflexionar un poco que te dice hoy a ti de manera concreta el evangelio.
¡Feliz Domingo, PAZ y Bien a todos/as!