domingo, diciembre 22, 2019



Hoy terminamos este tiempo de adviento con la vista puesta ya en la preparación de la Noche Buena, nos queremos detener en unas palabras de Martín Lutero King, tomadas de uno de sus discursos.

 Que dicen así:

“Hoy, en medio de la noche del mundo, y en la esperanza de la Buena Nueva... y después de las palabras de María; hágase en mi según tu palabra, afirmo con audacia mi fe en el porvenir de la humanidad.
Me niego a creer que las circunstancias actuales incapaciten al hombre para hacer una tierra mejor. Me niego a compartir la opinión de los que pretenden que el hombre está tan cautivo de la noche sin estrellas, del racismo, de la opresión y de la guerra, que la aurora radiante de la paz y de la fraternidad no podrá nunca llegar a ser una realidad. Me atrevo a creer que un día todos los habitantes de la tierra podrán hacer tres comidas para mantener la vida de su cuerpo, y podrán recibir la educación y la cultura necesarias para la salud de su espíritu, y la igualdad y la libertad para la vida de su corazón. Creo, igualmente, que un día toda la humanidad reconocerá a Dios, a la fuente de su amor. Creo que este amor salvador y pacífico será un día ley”.


Paremos por un instante y hagamos silencio ese que nos ayude... ¡Preparar la venida, su venida!

Que tengamos presente, a María y su HÁGASE, para con aquel que viene y le dejemos un sitio en nuestra vida, pero sin olvidar nunca que de la sencillez nace la vida.  

domingo, diciembre 08, 2019


Estamos en el Segundo Domingo de Adviento... seguimos en camino, en espera... Hoy coincidiendo con una fiesta especial. “La solemnidad de María Inmaculada” ella es la madre del ADVIENTO, con su “SÍ”.

¡Qué lecciones nos da hoy este texto, qué lecciones tan grandes! 

La primera lección es la del recogimiento, el entrar en nuestro interior. Nunca podremos encontrar, nunca podremos encontrar al Señor si no tenemos un recogimiento, un silencio interior para atender y entender ese mensaje y aceptarlo.

Y  no  sólo  esa  lección,  sino  una  lección  de  amor,  de  acudir  hacia  ella,  de que ella  sea  nuestra  Madre, aquella que acogió la vida que luego será regalo para toda la humanidad. 
Y cuando no tengamos fuerzas para aceptar lo que Dios quiere, cuando no veamos, cuando estemos cansados, desanimados...  no olvidemos acudir a la Virgen. Para que nos llene de su confianza y nos renueve nuestras fuerzas.

Ella nos ayudara siempre en nuestro caminar por la vida, a ser o intentar ser verdaderas personas que saben decir ‘sí’, aunque nos cueste... ¡aunque nos cueste y en ocasiones nos incomode! Ese ‘sí ‘incondicional, este ‘sí ‘imprescindible para que el Señor entre en nuestra vida y nuestro corazón para que así seamos transmisores de la buena noticia a través de nuestras acciones en favor de las personas que caminan y se cruzan por nuestras vidas en la cotidianidad de nuestras labores, trabajos, vocaciones, servicio....

Y que sepamos decir siempre con humildad: “hágase en mí según tu palabra".
Que no olvidemos nunca mirar a María ante las dificultades, ella es nuestro mejor consuelo y aliento.

¡Feliz segunda semana de Adviento! ¡Feliz fiesta de María Inmaculada! ¡Paz y Bien a tod@s!



domingo, diciembre 01, 2019




Inmersos ya de lleno  en este tiempo de ADVIENTO…

 Nos paramos a pensar y sin querer nos damos cuenta de la realidad de que en la vida hay cosas que son cíclicas, cosas que se van, y vuelven con regularidad, las estaciones, el calendario que vuelve con sus fechas fijas año tras año.

 También es un ciclo, un continuo el baile de los estados de ánimo para muchas personas, (nunca dura eternamente la alegría, ni la tristeza, la nostalgia, ni la diversión…).

Pero por otra parte, el paso del tiempo, es constante ese que nos va haciendo más mayores… y con el paso de este llega de nuevo casi el final de este adviento.
Y el niño, al que hace tan solo unas semanas celebrábamos como Cristo Rey, Señor del Universo, se ha convertido de nuevo en promesa, acogida por una mujer sencilla, María con su SÍ a la entrega.

 Volvemos a comenzar, nos reiniciamos porque para cada uno/a de nosotros es importante recordar el viejo relato, para seguir construyendo desde ahí.

 Porque en la vida, y en la fe no todo puede ser novedad, sorpresa y cambio. Hay una historia de siempre que está llena de verdad. Y tiene sentido volver una y otra vez sobre ella. Y por eso lo que vivimos es lo de siempre, pero de una manera más profunda.

¡Feliz ADVIENTO....TIEMPO DE ESPERA!