domingo, enero 13, 2019



Terminamos una semana, pero vendrá seguida de otra 
con nuevos proyectos, tareas...

Las Misioneras franciscanas del Suburbio te invitamos
a detenerte por un instante y caer en la cuenta de algo.
 ¿Dejamos lugar para lo verdaderamente importante en nuestras agendas?
Seguro te sorprendes al regalarte unos minutos de quietud en el día a día... ¡ADELANTE!

Cuantas veces en nuestro día a día no dejamos lugar para aquello importante, abrumados por las tareas, actividades, reuniones de cada día...
Sí, es verdad cada día tiene su afán.
Pero y cuando aquel que te quiere que esta a tu lado te necesita que le dices...
Aquel que nos ama, sin condiciones hoy nos vuelve a decir...
“Tú eres mi hijo/a, el amado”

Nuestra respuesta debería ser firme, comprometida...

Por eso de nuevo le pedimos, que nos ayude en el caminar por nuestras vidas...
diciéndole de nuevo que Creemos.

Creo, Jesús, ayuda mi poca fe.
Creo en Ti, el amigo con quien puedo contar siempre,
Creo en Jesús, Camino, Verdad segura, Vida verdadera,
Creo en la bondad y en la limpieza de corazón,
Creo en la exigencia y en la pobreza,
Creo que el perdón es mejor que la justicia,
Creo que es mejor dar que recibir,
Creo que servirte es servir a los hombres y a las mujeres,
Creo que mi vida tiene valor y sentido
Creo que me quieres y me ayudas,
Creo en Ti Padre, ayuda a que mi Vida sea fuente de alegría 
para cuantos me encuentro en el caminar por ella.

Que no olvidemos en nuestros días, que somos Hijos Amados y como tal, regalo que hemos de compartir.

sábado, enero 05, 2019

Hace unos días que viniste Señor, pero es necesario que continúes viniendo hoy a nuestro mundo, que lo hagas cada día en los ambientes cotidianos, de tantas personas que necesitan de tu ayuda, de tu luz, alegría y vida.

                “Por eso, date prisa Señor, no has acabado de venir todavía...”

             A ese anciano y anciana solos, a ese enfermo sin esperanza, a ese emigrante e inmigrante sin techo ni medios para vivir, 
 a ese excarcelado sin saber a dónde ir, 
a ese drogadicto que no puede salir del túnel donde está metido, a tanto marginado, a tantas personas y países en guerra.

“TODOS necesitan que sigas viendo, cada día en forma de regalo... 
ese regalo de cada persona, cada ayuda dada, cada abrazo...allí sigues viniendo.”
      ¿Con qué palabras les diré qué has venido? 
        
       Ya viniste en carne humana, lo sé...
              Sigues viniendo de otra manera. Lo creo. 
Pero...
   Di tú ahora Jesús.
Di Jesús dónde hay conflicto, para que nazca la paz.
Di Jesús dónde hay odio, para que resucite el amor.
Di Jesús dónde hay sufrimiento, para que se transforme en gracia.
Di Jesús dónde hay desencanto, para que se renueve la ilusión.
Y di Jesús dónde se reza y se ama, para que aparezca Dios.

“Que aquel que vino, venga cada día a nuestras VIDAS y seamos instrumento, para que allá donde se necesite.  
Siempre llegue aquello que haga del mundo, algo más justo y humano para todos, todas.”
  “SEAMOS REGALO en cada pequeño gesto de VIDA”